Una peregrinación ancestral.
Este 26 y 27
de mayo tendrá lugar la décimo primera edición de la “Travesía Sagrada Maya”.
Recreación del peregrinaje ceremonial con que los antiguos mayas efectuaban
para escuchar al oráculo de Cozumel de la Diosa de la fecundidad, la
prosperidad y la protección: Ixchel.
El promotor
de lo que en sus inicios fue una aventura y hoy es una tradición, es el parque
Xcaret. Con el interés de conocer el origen de los vestigios arqueológicos
distribuidos en el área del parque y zonas aledañas se encontró la evidencia arqueológica
de que cada año, los habitantes del antiguo puerto de Polé, hoy Xcaret, solían
ir a escuchar el mensaje sagrado de la diosa Ixchel a Cuzamil es decir, a la
isla de Cozumel. De aquí partía una peregrinación integrada con fieles de las
diferentes regiones del mundo maya. Desde la costa, la posición de la isla
representaba un puente de comunicación con el más allá representado quizá por
la vastedad del mar Caribe.
Con base en
estos descubrimientos el parque Xcaret ha venido organizando año con año la
representación de la Travesía Sagrada Maya. En ella participan hoy en día
personas de diversas partes, como en los tiempos mayas, para recrear la ruta
que comprende poco más de 32 kilómetros de ida y vuelta.
Para la
edición de 2016, participaron entre canoeros, elenco, auxiliares, entrenadores,
y rescatistas más de 700 personas de manera directa, sin embargo indirectamente
participaron otros muchos sin olvidar a los familiares de lo canoeros y el
elenco de actores y asistentes que recepcionan a los canoeros en Cozumel. En la
primera edición del 2007 participaron 65 canoeros y el año pasado 2016 fueron
400.
Ataviados y
decorados con lo que se considera era la usanza tradicional, los canoeros se
presentan desde muy temprano, antes de la aurora. Sus fami
lias y diferentes
grupos de danza prehispánica participan en la despedida. Se recrea una
ceremonia ritual para dar la bendición a las tripulaciones y sus frágiles
embarcaciones. Al salir el sol.
A pesar de
lo antes señalado, las embarcaciones son todo, menos frágiles. Se cree que las
canoas mayas daban cabida a unas 20 personas, que se fabricaban de cedro o
caoba y que pesaban poco más de una tonelada. Sólo en la primera edición de la
versión moderna se utilizaron 3 canoas de madera talladas cada una a partir de
un solo árbol. Cada canoa rayaba los 700 kg. y daban cabida a 5 canoeros. De ahí
que pueda deducirse que en tiempos de los mayas las canoas eran mucho más
pesadas si se considera que daban cabida a unas 20 personas. En las versiones
posteriores se han utilizado canoas de fibra de vidrio que replican la forma de
las originales haciéndolas más ligeras, aunque aun así rondan la media
tonelada.
Sin duda el
papel más protagónico de este evento lo llevan los canoeros. Para la mayoría
esta actividad pareciera la más divertida, sin embargo la realidad es una muy
diversa.
Los
voluntarios comienzan a entrenar desde 6 meses antes hasta dos veces al día. El
entrenamiento se enfoca desde luego en el acondicionamiento físico, pero lo más
importante es el acondicionamiento mental. En ocasiones se cubren 50 km de
canotaje remando hasta ocho horas seguidas con el objeto de asegurar el éxito
de la travesía y la seguridad de todos.
A
diferencia de los mayas, los actuales canoeros tienen una fecha definida para
la salida y en ocasiones han llegado a salir con condiciones adversas de oleaje
y corriente sin comprometer su seguridad, llegando a remar en ocasiones hasta
doce horas continuas. Los mayas seguramente hubieran esperado un día o dos por mejores
condiciones.
La mayoría
de los actuales canoeros logran auténticas experiencias de triunfo y satisfacción
personal. En una entrevista videograba
da que le efectuaron al canoero José
cárdenas en la edición del 2016, menciona: “Esto es solo una representación de
algo que para los mayas era su vida, cuesta mucho trabajo y se requiere de
mucha disciplina”.
En 1519, el
náufrago Español Jerónimo de Aguilar, cruza en pocas horas los 20 km que
separan a la isla de la costa continental en una canoa con 5 indios remeros. Lo
anterior lo testimonia el capitán Bernal Díaz del Castillo en su libro “La
verdadera historia de la conquista de Nueva España” al recordar los eventos del fortuito rescate del naufrago quien posteriormente tendria un papel relevante como traductor en la conquista de lo que hoy es México
.
Encuentro de Jerónimo de Aguilar y Hernán Cortés. Cozumel, 1519. |
Hoy en día
la media del tiempo de cruce es alrededor de las 6 horas para la ida y de 4 horas
para el regreso. El tiempo más largo ha sido de doce horas debido a la
corriente y las condiciones del oleaje y el más breve, por las mismas razones
pero a favor, ha sido un regreso de Cozumel a Xcaret de solo dos horas; esto
impresiona si consideramos que el ferry tarda 45 minutos y el transbordador 1
hora con quince minutos.
Los equipos
están compuestos de un timonel, un subtimonel, un proel y entre los 7 restantes
también hay un rescatista. El proel es quien marca el ritmo. El rescatista
tiene la responsabilidad de todos. El timonel tiene la responsabilidad de fijar
el rumbo aun y cuando no se vea tierra por el oleaje y utiliza otros recursos
para no perder el rumbo. En general la tarea es titánica.
No te
puedes perder de dar la bienvenida a los viajeros ancestrales de nos visitan en
peregrinar en el tiempo. La cita es este viernes 26 de mayo en el parque Chankaanab
a partir del medio día. Como siempre habrá una ceremonia de bienvenida, El
mensaje del oráculo de Ixchel, y diferentes danzas prehispánicas.
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