Thursday, May 25, 2017

La Gran Travesía Sagrada Maya a Cozumel, la casa de Ixchel.

Una peregrinación ancestral.

Este 26 y 27 de mayo tendrá lugar la décimo primera edición de la “Travesía Sagrada Maya”. Recreación del peregrinaje ceremonial con que los antiguos mayas efectuaban para escuchar al oráculo de Cozumel de la Diosa de la fecundidad, la prosperidad y la protección: Ixchel.


El promotor de lo que en sus inicios fue una aventura y hoy es una tradición, es el parque Xcaret. Con el interés de conocer el origen de los vestigios arqueológicos distribuidos en el área del parque y zonas aledañas se encontró la evidencia arqueológica de que cada año, los habitantes del antiguo puerto de Polé, hoy Xcaret, solían ir a escuchar el mensaje sagrado de la diosa Ixchel a Cuzamil es decir, a la isla de Cozumel. De aquí partía una peregrinación integrada con fieles de las diferentes regiones del mundo maya. Desde la costa, la posición de la isla representaba un puente de comunicación con el más allá representado quizá por la vastedad del mar Caribe.
Con base en estos descubrimientos el parque Xcaret ha venido organizando año con año la representación de la Travesía Sagrada Maya. En ella participan hoy en día personas de diversas partes, como en los tiempos mayas, para recrear la ruta que comprende poco más de 32 kilómetros de ida y vuelta.


Para la edición de 2016, participaron entre canoeros, elenco, auxiliares, entrenadores, y rescatistas más de 700 personas de manera directa, sin embargo indirectamente participaron otros muchos sin olvidar a los familiares de lo canoeros y el elenco de actores y asistentes que recepcionan a los canoeros en Cozumel. En la primera edición del 2007 participaron 65 canoeros y el año pasado 2016 fueron 400.
Ataviados y decorados con lo que se considera era la usanza tradicional, los canoeros se presentan desde muy temprano, antes de la aurora. Sus fami


lias y diferentes grupos de danza prehispánica participan en la despedida. Se recrea una ceremonia ritual para dar la bendición a las tripulaciones y sus frágiles embarcaciones. Al salir el sol.


A pesar de lo antes señalado, las embarcaciones son todo, menos frágiles. Se cree que las canoas mayas daban cabida a unas 20 personas, que se fabricaban de cedro o caoba y que pesaban poco más de una tonelada. Sólo en la primera edición de la versión moderna se utilizaron 3 canoas de madera talladas cada una a partir de un solo árbol. Cada canoa rayaba los 700 kg. y daban cabida a 5 canoeros. De ahí que pueda deducirse que en tiempos de los mayas las canoas eran mucho más pesadas si se considera que daban cabida a unas 20 personas. En las versiones posteriores se han utilizado canoas de fibra de vidrio que replican la forma de las originales haciéndolas más ligeras, aunque aun así rondan la media tonelada.


Sin duda el papel más protagónico de este evento lo llevan los canoeros. Para la mayoría esta actividad pareciera la más divertida, sin embargo la realidad es una muy diversa.

Los voluntarios comienzan a entrenar desde 6 meses antes hasta dos veces al día. El entrenamiento se enfoca desde luego en el acondicionamiento físico, pero lo más importante es el acondicionamiento mental. En ocasiones se cubren 50 km de canotaje remando hasta ocho horas seguidas con el objeto de asegurar el éxito de la travesía y la seguridad de todos.



A diferencia de los mayas, los actuales canoeros tienen una fecha definida para la salida y en ocasiones han llegado a salir con condiciones adversas de oleaje y corriente sin comprometer su seguridad, llegando a remar en ocasiones hasta doce horas continuas. Los mayas seguramente hubieran esperado un día o dos por mejores condiciones.
La mayoría de los actuales canoeros logran auténticas experiencias de triunfo y satisfacción personal. En una entrevista videograba



da que le efectuaron al canoero José cárdenas en la edición del 2016, menciona: “Esto es solo una representación de algo que para los mayas era su vida, cuesta mucho trabajo y se requiere de mucha disciplina”.


En 1519, el náufrago Español Jerónimo de Aguilar, cruza en pocas horas los 20 km que separan a la isla de la costa continental en una canoa con 5 indios remeros. Lo anterior lo testimonia el capitán Bernal Díaz del Castillo en su libro “La verdadera historia de la conquista de Nueva España” al recordar los eventos del fortuito rescate del naufrago quien posteriormente tendria un papel relevante como traductor en la conquista de lo que hoy es México
.
Encuentro de Jerónimo de Aguilar y Hernán Cortés. Cozumel, 1519.

Hoy en día la media del tiempo de cruce es alrededor de las 6 horas para la ida y de 4 horas para el regreso. El tiempo más largo ha sido de doce horas debido a la corriente y las condiciones del oleaje y el más breve, por las mismas razones pero a favor, ha sido un regreso de Cozumel a Xcaret de solo dos horas; esto impresiona si consideramos que el ferry tarda 45 minutos y el transbordador 1 hora con quince minutos.

Los equipos están compuestos de un timonel, un subtimonel, un proel y entre los 7 restantes también hay un rescatista. El proel es quien marca el ritmo. El rescatista tiene la responsabilidad de todos. El timonel tiene la responsabilidad de fijar el rumbo aun y cuando no se vea tierra por el oleaje y utiliza otros recursos para no perder el rumbo. En general la tarea es titánica.

No te puedes perder de dar la bienvenida a los viajeros ancestrales de nos visitan en peregrinar en el tiempo. La cita es este viernes 26 de mayo en el parque Chankaanab a partir del medio día. Como siempre habrá una ceremonia de bienvenida, El mensaje del oráculo de Ixchel, y diferentes danzas prehispánicas.






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